lunes, 27 de agosto de 2012

Comienzo.

No es como que te falta alguna parte del cuerpo.
No es como que dejaste atrás, en tu pequeña ciudad, a tu gran amor.
No es como un cambio malo.
No es como que te alejas de lo que más amas para ir tras una aventura sin sentido. Que si me preguntas, quizá lo haría alguna vez.

No. Aunque claro que se extraña lo conocido, el ambiente familiar, sí. Se extrañan a los amigos y sus risa contagiosas, los gestos que hacen, con los que aprendes a leerlos cual libro.
Se extraña ése café con dulce olor, las tardes soleadas, las puestas de sol que veías en tu habitación. Por que ahora mi nueva ventana da a la parte trasera de un edificio.
Extraño todo eso y más, el olor de la cocina, del jardín de la casa, mis libros acomodados en el gran librero, mi sillón favorito.

Pero la fe nos mueve en muchas direcciones. Y yo con eso tengo ahora.

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